martes, 22 de marzo de 2016

Una Cuaresma verdaderamente especial.



Provengo de una  familia católica y apostólica, por lo que las actividades de cuaresma las he experimentado desde pequeña. Siempre escuche  que la  Cuaresma y  la Semana Santa era un periodo de reflexión, en el cual nos unimos como comunidad católica y nos preparamos para las solemnidades pascuales mediante la purificación del corazón. Algunos católicos se someten a  algún tipo de ayuno o evitan realizar alguna actividad que les gusta mucho a modo de penitencia durante 40 días. 

Este año y como una consecuencia de mi nuevo rol de madre, ha sido de introspección y  de encuentro conmigo misma. He conocido el super poder de la resiliencia y me he aventurado a la mejora constante de adentro hacia afuera. Confieso que esta aventura ha sido la mas difícil y menos fascinante de todas, sin embargo se que tendrá resultados maravillosos. En ese sentido y de forma muy especial, aproveché la Cuaresma del 2016 para poner en oración mis ansiedades, mi falta de control emocional, pero sobre todo mi amor propio. Como soy débil con los dulces, me propuse no comer nada dulce (a excepción del azúcar en el café) durante 40 días. Mi deseo y mi fe en esta ocasión eran tan reales que conforme iban pasando los días me sorprendía con la disciplina y la seguridad con la que decía NO a un dulce. Confieso que mas que siempre me vi tentada por medio de ofertas dulces a darle una probadita, pero siempre recordaba que Dios había sacrificado mas por mi y porque no iba a sacrificarme yo por mi misma. 

Como les dije el objetivo era claro  y  preciso,  pero lo que no me esperaba era obtener resultados alternos y jamas pensados. 

Un día empecé a notar los momentos en que mi ansiedad aumentaba, pude controlar mis emociones y propulsar un encuentro con personas a las que amo mucho y con las que tenia diferencias, llegó a mi un articulo que habla sobre los PAS (Personas Altamente Sensibles, de lo que hablare en otro articulo), encontré  una herramienta creativa (a mi estilo) para liberar tensión, he empezado hablar antes de quejarme, pelear o llorar, me reconecté con viejas amistades que me ayudaron con palabras de aliento y finalmente ADELGACE :$ JAJAJA.  Lo cierto es que Dios me habló mas pronto de lo esperado....y de una forma tan maravillosa que aunque quisiera describirlo no me alcanzan las palabras. 

Aún me queda mucho por aprender, por conocer de mi misma, y por mejorar de mis relaciones interpersonales, pero estoy SEGURISIMA de que no estoy sola en esta batalla y que a mi lado esta Dios en cada paso que tomo. 

Finalmente esta cuaresma fortaleció mi resiliencia,  alimentó mi amor propio...  y sobre todo me hizo conocer el Super Poder de la FE EN DIOS.